En un mundo donde la tecnología y las tendencias evolucionan a una velocidad vertiginosa, las empresas enfrentan el desafío de mantenerse actualizadas sin dejar atrás a ningún grupo generacional. En este contexto surge una práctica cada vez más valorada: la mentoría inversa. A diferencia de la mentoría tradicional, en la que un profesional con más experiencia guía a uno más joven, aquí ocurre lo contrario: son los jóvenes quienes comparten sus conocimientos con los seniors.
¿Por qué es valiosa la mentoría inversa para los mayores de 50?
Para los profesionales mayores, mantenerse vigente no solo requiere experiencia, sino también adaptabilidad. Las nuevas generaciones —especialmente los millennials y centennials— han crecido en un entorno digital y tienen una comprensión natural de herramientas tecnológicas, plataformas sociales, automatización, inteligencia artificial, metodologías ágiles, entre otros temas clave en el mundo actual.
A través de la mentoría inversa, los seniors pueden:
- Actualizar habilidades tecnológicas: aprender a usar nuevas plataformas, software, apps o herramientas colaborativas.
- Entender las nuevas dinámicas laborales: como el trabajo remoto, la comunicación digital o el enfoque en el bienestar.
- Adoptar nuevas formas de pensar: más ágiles, flexibles y abiertas al cambio constante.
Un intercambio mutuo
Lejos de ser una relación unidireccional, la mentoría inversa es una oportunidad de aprendizaje bilateral. Mientras los seniors ganan habilidades digitales y comprensión de tendencias actuales, los jóvenes también se benefician de la experiencia, perspectiva estratégica y sabiduría acumulada de sus colegas mayores. Esta dinámica fortalece la colaboración intergeneracional, fomenta la empatía y genera una cultura organizacional más inclusiva e innovadora.
Cómo implementarla
Para que funcione, es clave que las organizaciones promuevan espacios seguros y libres de juicios, donde ambas partes se sientan valoradas. Establecer objetivos claros, definir tiempos de encuentro regulares y mantener una actitud abierta y respetuosa son factores determinantes para el éxito.
En un país como Chile, donde la reinvención laboral después de los 50 es un desafío creciente, la mentoría inversa no solo es una herramienta para actualizarse, sino también una forma de construir puentes entre generaciones y fortalecer el tejido social dentro de las empresas.